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Nikky Dandelion, la universitaria sumisa, se deja follar sin piedad por su tatuador

La joven universitaria Nikky Dandelion estaba emocionada por su primera sesión de tatuajes. Con sus curvas tentadoras y su mirada tímida, ingresó al estudio donde la esperaba el talentoso tatuador Mark. Él notó de inmediato el cuerpo escultural de la muchacha, sus senos firmes y nalgas respingonas, que parecían suplicar por atención.

Mientras Mark comenzaba a tatuar el diseño en la piel sensible de Nikky, el ambiente se fue cargando de tensión sexual. Sus dedos rozaban la carne de la joven de manera accidental, provocándola sin piedad. Nikky no podía evitar gemir en voz baja cada vez que el tatuador le acariciaba el muslo o le rozaba el trasero. Podía sentir cómo su coño se humedecía cada vez más a medida que avanzaba la sesión.

Después de un rato de tatuajes y toques sutiles pero cargados de erotismo, Mark no pudo contenerse más. Le dio una última pasada al diseño en el muslo de Nikky y, sin decir palabra, la tomó de la mano y la llevó a una habitación trasera. Allí, sin ceremonia alguna, comenzó a besarla con rudeza, metiendo su lengua en la boca de la jovencita.

Nikky se sorprendió pero no se resistió. Se dejó llevar por la pasión desbordada del tatuador, que le rasgaba la blusa sin miramientos, exponiendo sus pezones erectos. Ella misma se ayudó a quitar el sostén, liberando sus senos turgentes que se balanceaban hipnóticamente. Mark se abalanzó sobre ellos, succionando y mordiendo con fuerza los pezones de la universitaria, que no dejaba de gemir y retorcerse de placer.

Sin esperar más, el tatuador le quitó el short y las bragas, dejando el coño de Nikky expuesto y brillante de tanto flujo vaginal. Con sus dedos, Mark comenzó a frotar el clítoris hinchado de la jovencita, que se retorcía de placer y pedía más. Luego,